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maurorjaq

POR QUÉ ME CONVERTÍ EN BUDISTA


¿Qué hace que cuando creces cambie tu manera de pensar? En mi caso fue cuando la palabra justicia, pecado y destino no pudieron embonar en mi mente y mi corazón, y tuve que virar muchos grados hasta que llegué a Oriente. Lo doloroso de dejar la infancia es ver caer los ídolos, nuestros padres mienten, critican a otros y se engañan a sí mismos; los maestros casi siempre son incongruentes y se nota que no le entienden a sus propias vidas; Jesús de Nazaret no se conmovió ante la aberración de Las Cruzadas, ni de La Inquisición, ni por los niños violados, y por los siglos de los siglos no ha podido combatir el hambre de los pobres; los presidentes de Estados Unidos van a misa antes de bombardear un país porque creen que el petróleo lo es todo; Mahoma llama a la Guerra Santa y sus Imanes, o Sacerdotes, proclaman que todos, excepto los musulmanes, somos pecadores y merecemos la muerte; luego observé que el sacerdote neurótico de la iglesia a la que pertenecíamos, a media misa, pellizcó a un niño para que dejara de llorar y él comunicara el mensaje de amor y paz que Dios le reveló.

Perdida la brújula, llegaron a mi vida los días vacíos, sin rumbo, cuestionando en cada esquina, en cada libro, en cada reunión, la razón de la existencia, (enamorarse de alguien siempre llena este vacío, pero pasado un tiempo lo complica más). Mirando las frías imágenes de santos en las iglesias y buscando, inútilmente, la maravillosa y segura fe de la infancia. La religión es el opio de las masas, dicen los comunistas; acepté que yo era masa, pero el ateísmo tampoco me dio felicidad, y seguí dando tumbos, buscando la razón de mi común existencia, de mi complicada mente, del perfecto funcionamiento de mi cuerpo, de los hijos que de mi pecho se alimentaban.

La Biblia cristiana en sus mil quinientas páginas no explica la razón de nacer, nos da una filosofía para convivir sin explicar que somos parte de una evolución constante, de una naturaleza casual, pero perfecta, engranaje de un todo cuyo destino es desaparecer. Olvida que la mente es el hombre y el hombre es su mente.

El budismo apareció por ahí, cuando enfermé... de la mente; no podía hilar dos oraciones juntas y ponerlas en acción, sabía que mi enfermedad no era cuestión de desengaños, ni de traiciones de las personas que me rodeaban, sino de paz en mi pensamiento, de verlo todo desde arriba, de una filosofía más certera que la cristiana para soportar los embates de una supervivencia diaria, por demás cómoda, pero llena de horarios, exigencias y consumismo. Buscaba una explicación de la existencia desde el punto de vista espiritual, (ya el Bing Bang, la extinción de los dinosaurios, la falta de vida en Marte y Charles Darwin me habían aclarado la vida desde el punto de vista científico). Buscaba, pues, una disciplina moral sin pecado, sin castigo, sin infierno. Necesitaba entenderle a la vida, y sentirme alegre de estar viva

El budismo es una... filosofía que puede vivirse sin practicarla como religión, no conoce la conversión forzada, no pelea guerras, no predica el pecado y convierte al propio hombre en su única fuente de felicidad por el corto tiempo que le toca vivir en la Tierra. Está basado en el principio de interdependencia o Ley de Causa y Efecto. Fue fundado en India alrededor de siglo V, a C. por Siddhartha Gautama quien a los 35 años despertó a la realidad suprema de la existencia, convirtiéndose en el primer Buda. La palabra Buddha proviene del sánscrito, significa el iluminado.

Existen estelas de piedra que relatan el nacimiento de Buda en el Norte de India, aproximadamente en el año 560, a C., hijo del rey Shuddodana, monarca de Kapilavatsu, un pequeño reino cerca del Himalaya.

Siddhartha observa que todo ser humano enferma, envejece, sufre y muere. Conmovido ante estos eventos inevitables se dedica al estudio de las escrituras hindúes bajo la tutela de sacerdotes brahmanes con el fin de encontrar respuesta al dolor y al sufrimiento. Durante seis años meditó sentado y casi fenece de hambre cuando escuchó que un maestro, enseñando cítara a un alumno, le recomienda: "para que el sonido sea óptimo, las cuerdas ni flojas ni tirantes". Entonces Siddhartha descubre el camino medio, el de la armonía. Fluir con la corriente: ni flojo ni tirante.

Sentado bajo una higuera, bodhi o árbol de sabiduría, el príncipe tuvo tres revelaciones:

1ª.- Supo de sus existencias anteriores (la rueda de la vida, nacer, morir, nacer…)

2ª.- Comprendió la ley del karma (renacer de acuerdo con las acciones buenas o malas de la vida pasada y así será, sucesivamente, en nuestras próximas vidas hasta ser un santo; nunca se reencarna en animal, ni se realizan peores acciones que en la vida pasada, siempre hay evolución). Apunto aquí que esto no es trascendente para mí como budista, no estoy interesada ni en mis vidas pasadas, ni futuras, sólo en aprender a lidiar y estar contenta en esta).

3ª. Cómo eliminar el sufrimiento.

Esta última de las tres revelaciones se convierte en una de las principales prácticas de la filosofía budista porque para eliminar el sufrimiento, el Iluminado, reveló Las Cuatro Nobles Verdades:

LAS CUATRO NOBLES VERDADES

1ª. La vida es sufrimiento: nacer, enfermar, envejecer y morir causa sufrimiento, incluso las cosas agradables cuando se terminan causan desconsuelo.

2ª. La causa del sufrimiento son los apegos: desear riqueza, poder, placer, opiniones, al amante de la vecina, juventud eterna, momentos felices. Desear es sufrir por lo que no se tiene.

3ª. Para eliminar los sufrimientos hay que desechar estos deseos de la mente.

4ª.- Finalmente la cuarta verdad nos dice como eliminar los deseos. Y para eliminar los deseos, hay que seguir El Noble Camino Óctuple o de los ocho pasos:

EL CAMINO DE LOS OCHO PASOS

Tener:

1.- Una visión correcta de la vida.

2.- Pensamiento correcto.

3.- Habla correcta.

4.- Actuación correcta.

5.-Trabajo correcto.

6.- Esfuerzo correcto.

7.-Concentracion correcta (estudiarlo todo para evitar la ignorancia de la razón de la existencia).

8.-Meditación y absorción correcta. (experimentar la alegría de vivir y disfrutar el presente)

Buda experimentó el cese del sufrimiento; supo que el dolor era inevitable, pero el sufrimiento es opcional e inútil, considerando la brevedad de la vida y la condición de que todos moriremos. Tras su iluminación viajó durante los siguientes cuarenta y cinco años por toda India. Su amor y compasión a todos los seres sensibles fueron renombradas y tuvo miles de discípulos. Murió a los ochenta años. Tres siglos más tarde, el budismo se había extendido por toda Asia.

Mi conversión fue simple, con la ayuda de una Biblia budista que encontré en un cajón del hogar de mi infancia. Cuanto más buscaba más encontraba. Luego en mis momentos de desesperación y crisis, de cuestionarme sobre la justicia, el pecado y el destino, brincaban por ahí otros libros (claro que en librerías, y caros, el budismo es práctico: ayúdate que yo te ayudaré, al conocimiento hay que invertirle tiempo y dinero) de monjes estudiosos del espíritu, que vivieron en siglos pasados, con mensajes que indicaban que todo sufrimiento está en nuestra mente. La mayor revelación que tuve aquellos años ( más de quince) es que presumir nuestro sufrimiento es ego. Tan igual es presumir la compra de un carro nuevo, como el dolor que padecemos con cierta enfermedad o decepción.

Es muy largo el tema del budismo, pero estaré por aquí con otros títulos:

-NACIMIENTO DE LOS DALAI LAMAS

-INVASION DE CHINA A TIBET EN 1959

-EL PRISIONERO POLITICO MAS PEQUEÑO DEL MUNDO

-COMO SE DESCUBRE UN TULKU O LAMA RENACIDO

ETC.

UN ABRAZO!

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