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  • SILVIA GONZALEZ D

La amplia brecha entre la escuela pública y la privada en México


En la escuela pública, los pequeños de seis años, se gradúan del jardín de niños sin el requisito de saber leer y escribir, mientras en la escuela privada es una exigencia para pasar a primaria.

Ahí comienza la brecha entre pública y privada porque estos niños no saben manejar un cuaderno y se les irá el año en ello, mientras en las primarias de paga ya están inmersos en matemáticas y lectura con unos libros cuidadosamente elaborados (sin manos de seis dedos), con imágenes llamativas y adecuadas.

Los kínderes privados dan hasta seis horas de clases que incluyen inglés u otro idioma, mientras en la escuela pública la estancia es de tres horas y media. Según María Montessori para la edad de seis el niño ya aprendió a aprender, esto sucede porque de los tres a los seis años se desarrollan los poderes de concentración, voluntad y memoria; y después de los seis solo se usa la información adquirida para desarrollar la conciencia exterior con las preguntas cómo, cuándo y porqué, dice ella.

Los maestros, pertenecientes a la SEP, se ponen muy sensibles cuando se les cuestiona sobre la diferencia entre la educación privada y la pública, algunos hasta pegan un salto, dan explicaciones sin argumento y se lanzan contra quien les interroga, no con fundamentos basados en Piaget o Paulo Freire, a quienes estudiaron con rigor para graduarse, sino con arremetidas clasistas.

En este México nuestro la brecha económica entre pobres y ricos la está marcando la educación, puesto que los jóvenes mejores educados acceden a empleos mejor remunerados.

Amable lector, lectora, amigos y parientes del magisterio, no simpatizo con privatizar la educación, solo quisiera arrancar del ronco pecho de un maestro de la escuela pública la aceptación de que ellos son los responsables de esta educación que se quedó muy atrás de la privada. Y nada tienen que ver las prestaciones, los sueldos, las evaluaciones, el sindicato o el partido gobernante porque la educación privada navega en estas mismas circunstancias, los maestros tienen menos prestaciones, un horario más amplio, y unas planeaciones muy estrictas. Querido maestro, maestra, la aceptación de la brecha es el primer paso para cambiar.

NAMASTE

SGD

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